Cómo limpiar cristales cuando el grajo vuela bajo

29/01/2023 - Actualizado: 24/04/2023

Contenidos de este artículo
  1. Si la limpieza no es urgente, que espere
  2. Cuando la limpieza no puede esperar, y el frío es polar
    1. 1. Congelación del agua en los cristales
    2. 2. Quemaduras en manos por frío
    3. 3. Agotamiento por frío

Limpiar cristales no es fácil. Unas veces uno se quema la nuca. Otras, las manos se congelan.

Y ahora estamos justo en esos momentos en que piensas que los dedos se van a separar de las manos porque ya no los sientes.

¿Cómo se puede seguir realizando el trabajo?
¿Cómo limpiar cristales cuando hace un frío del... polo norte?

Si la limpieza no es urgente, que espere

A principios de enero del 2022 nos llamaron para hacer una limpieza inusual.

Un edificio de 10 plantas, montados en un andamio de cremallera.

El andamio estaba montado, y tenía una fecha límite para desmontaje.

Cuando lo desmontasen, ya no habría forma de limpiar los cristales: el edificio no tenía cesta instalada, a pesar de ser 100% cristal.

Esto nos obligó a trabajar con una temperatura media de 0 grados. Oscilaba entre - 2º y 2º. Recuerdo perfectamente como celebrábamos como un gol en una final cada grado que subía.

Volveremos luego al andamio.

Hace pocos días, a eso de las 5:45, estaba ya casi listo para salir cuando miré el tiempo.

2º y 60km/h de viento.

Sensación térmica, - 3º. Una locura.

El trabajo que debía hacer estaba en una zona muy expuesta, donde el viento estaba asegurado, y el grajo directamente ni volaba. Se trataba de un trabajo quincenal.

A diferencia de enero del 2022, el trabajo se pospuso.

En ocasiones las empresas, los autónomos y los trabajadores se empeñan en que hay que hacer un trabajo a toda costa porque es parte del horario o del plan. Nos podemos volver locos.

Pero las preguntas son:

  • ¿Puedo posponer este trabajo o es muy urgente?
  • Si lo pospongo, ¿haré el trabajo mejor, más eficiente y cómodo, o se complicará más?

En el primer caso mencionado, las respuestas serían, No, no puedo posponer, y Sí, el trabajo se hará mejor. Pero si no hay tiempo no hay tiempo. Ahora, cuando lo hay, otro gallo canta.

En el segundo caso, se podía posponer, y también se haría mejor en otro momento.

Es importante tener un espíritu trabajador y de aguante, pero no masoquista. Entender el día en que estamos

Cuando la limpieza no puede esperar, y el frío es polar

En ocasiones, el trabajo hay que hacerlo sí o sí. Pero hay problemas que surgen. Bueno, que surgen no. Mejor dicho, hay problemas que inevitablemente vas a enfrentar. Hablemos de tres.

  1. Congelación del agua en los cristales
  2. Quemaduras en manos por frío
  3. Agotamiento por frío

1. Congelación del agua en los cristales

Estábamos ahí subidos, en la planta décima.

El casco, el arnés, las 4 capas compuestas por térmica, camiseta, jersey, y chaleco... Y el termómetro en negativo.

Pero nuestro ánimo estaba alto. Tan alto como nosotros.

limpieza de cristales en andamio, con temperaturas bajo cero
En el famoso andamio, sobre la planta 9


Al menos, hasta que pusimos el mojador en el cristal, y por alguna razón no resbalaba.

No solo no resbalaba, sino que aparecía en el cristal una cosa blanca y dura, inodora.

Empezamos a valorar qué estaba pasando. Lo primero fue el clásico: alguien ha puesto un producto que está reaccionando con el jabón. Lo segundo fue casi instantáneo y por descarte: el mojador estaba lleno de hielo-nieve que se había producido al frotar el cristal bajo cero.

No importaba cuánto jabón echásemos, o cuanto frotásemos, el hielo no iba a desaparecer.

Utilicé el comodín de la llamada, porque esta historia la había escuchado de boca de uno de los mejores limpiacristales que conozco.

En aquella historia se les congeló el agua dentro del cubo mientras trabajaban durante una nevada.

Y la solución fue sencilla: alcohol de quemar.

Fue así cómo por primera vez utilizamos alcohol de quemar en un trabajo para evitar la congelación de los cristales.

2. Quemaduras en manos por frío

Guantes, guantes, guantes

"Las manos no son parte del cuerpo" (gran frase del limpiacristales antes mencionado).

Una frase memorable.

A veces he tenido la sensación de que por fin lo entendía, pero no ha durado mucho.

Las mías parece que sí son parte del cuerpo, y que se van a caer en trizas en cualquier momento.

Es por eso que los guantes de neopreno, o combinar guantes de abrigo con guantes de fregar, son obligatorios para trabajar bajo el frío extremo.

manos quemadas por frío
Sí, están quemadas por agarrar una barra de aluminio a -2º durante varias horas.

NOTA IMPORTANTE: Que los guantes no limiten el movimiento, porque entonces la mano se congelará dentro de los propios guantes, cuando la humedad de la mano se hiela.

3. Agotamiento por frío

Paradas, cafés y agua

Contrario a todo pronóstico, el frío agota igual o más que el calor.

Al cuerpo le cuesta más trabajo producir calor porque el entorno es muy frío, igual que cuando hace mucho calor, el cuerpo expulsa grandes cantidades de líquidos para regular temperatura.

Es un constante trabajo de regulación.

Para ayudarle, es necesario que hagamos paradas con más frecuencia.

Y es tan sencillo como tomarse un café, para aportar el calor y la energía necesaria para seguir otro ratito más.

Y por supuesto también es importante no subestimar el beber agua. Aunque que con el frío no apetece mucho.

Sin embargo es importantísimo que estemos bien hidratados.


Tengas trabajadores, o seas tú la persona encargada del trabajo, sé razonable, utiliza bien los recursos (tiempo, energías y dinero) y sobretodo, para a tomarte un cafecito cuando puedas. Y si tienes empleados, dales lo que necesiten durante los días de frío extremo para que rindan mejor, y paren lo que necesiten.

Pero no profundizo más en el lado gerencia, que eso es para otro día.

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